AQUÍ TUMEREMO
Rafael (Chino) Velázquez
rafael.velazquez.a@gmail.com
CRONICA DE UN IMPOSTOR
¡Oh! Impostor malvado, tu sombra lisonjea las
más perversa maldad, y en medio de las turbulentas aguas que brotan del
manantial de la ignorancia, te regocijas del manjar que produce el dolor ajeno.
Con tu minúsculo y agudo ojo penetras lo infinito de un mundo sepulcral.
Vientos que soplan y envuelven al espíritu de la sabiduría, erguido en un
penacho de rosas blancas, es la prueba de la pureza que ensalza la aroma de la
Virtud.
¡Oh! impostor tu reflejas la mirada
penetrante de un Caronte transitando con
su Barca en las tenebrosas aguas del rio Estigia. Pérfido y mal entretenido, agazapado en los recónditos de un escapulario, cual pecador cumpliendo la
condena en las mazmorras del destino. Tu
castigo será en el infinito de las arcadas del desconsuelo, y las llamas
encendidas de la justicia envolverán tu alma corrompida.
¡Oh!impostor en tu mente malvada
brillan aquellos deguste que en un día sin fin impusiste tu fuerza bruta,
inocentes querubines fueron víctimas de
tu ahogo malévolo; la trompeta de la injusticia quebranto el aliento de una
desconsolada madre. Como María arrodillada al pie del Crucificado,
sollozando en la soledad, una mirada
tierna la consuela, es el hijo de Dios hecho hombre, que paga en la Cruz el
pecado que habéis cometido.
Sufres el Virus de la contrariedad,
como todo enjambre pecaminoso en tu corazón se posara abejas que hincaran el débil ego que ya no soporta el peso de tu
envenenada envidia. Puñaladas traperas perforan ese minúsculo y canceroso
aliento maligno que brotan de tu corazón. La conciencia te traiciona y en
las noches oscuras tu pensamiento se reduce a la minina expresión.
Pensamientos que se pierden en las
profundidades del odio y el rencor, si Pedro desconoció a su Maestro, entonces
no sería raro que vosotros desconocéis a tu prójimo. Ese es el resultado
insondable de tu perjurio. Llegará ese preciso momento que rindas cuenta a la
“Justicia Divina”, ¡Oh! Impostor,
recordáis que en el Templo de la Divinidad, no otorgan beneficio Cautelar alguno.
Tu castigo será en la Celda más
profunda del Averno…y entonces de que vale esa
vulgar impotencia. Has cultivado
jazmines y claveles que mueren al nacer, cornupias rojizas afloran como lagrimas que bañan tu azaroso espíritu.
La deidad de tu ser es incomprensible; Ángeles que vigilan tu desconsuelo, ni
con su manto logran cubrir el cumulo de pecados que rodean a tu alma. Esperanza
y consuelo son dos conceptos doctrinarios que no han perdido vigencia. Todo
pecador es como un ovejo descarriado de
su manada. No implores perdón, mucho menos invoques al Creador, ese adjetivo no
es aplicable en este mundo globalizado. La sociedad ha evolucionado de tal
magnitud, que es necesario tomar muchas precauciones y no caer en tentaciones
inicuas.
Tú felonía impropia causa nostalgia en la abyecta
personalidad de ser o no ser, el cual produce estupor en el semblante embrujo
que cautiva la “Mentira y el Engaño”. Ya no cuenta el
rugir de tus encendidos gritos;
sigilosamente el final se acerca, anunciando el desvanecimiento de esos
espinosos caminos que a menudo tendrás que transitar. ¡Oh! Impostor Malvado,
que el “Dios Omnipotente se apiade de Ti, y que la sombra bendita te acompañe en el difícil trajinar del
Tiempo”. Cualquier parecido con la realidad son meras COINCIDENCIAS!
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