AQUÍ TUMREMO
Rafael (Chino) Velázquez.-
Rafael.velazquez.a@gmail.com
EL TORBELLINO DEL
DESTINO
Erguido y balanceándose de un lado a otro, mirando el lejano
horizonte que se desvanece en el
infinito, como si fuese el astro Rey cuando
declina y es absorbido por el Ocaso. Es el Caminante Errante quien sumido en
medio de las turbulentas aguas del destino
trata de encontrar la tranquilidad espiritual.
Una brisa seductora cubre su rostro angelical; su larga
cabellera arrastra el desconsuelo en medio
del revoleteo de las arcadas del tiempo.
¡Oh destino traidor! has esculpido el sendero infinito de una aberración
indomable! .Un agudo y profundo silbido se escucha en el recóndito precipicio
de la eternidad; es el reflejo de la existencia que clama el sitial que le
corresponde.
El dulce desconsuelo de una idolatría malsana es el ápice que cubre el rostro del Caminante
Errante, cuál ebrio del embrujo inusitado busca un refugio en las extrañas de
su mismo ser. Una diminuta luz alumbra un escabroso rincón que le permite meditar y elevar
plegarias al Dios Omniponte; suplicas que se escuchen como el cantar de un
dulce amanecer en medio del fragor del
jardín Celestial.
Sonoras Trompetas alegran el monótono espacio, ecos que retumba
el frágil corazón del Caminante Errante cuando siente el consuelo del “Dios
Divino”. Es la esencia predilecta del Creador que regocija y purifica nuestra
“Alma” en busca del camino espiritual que se ha perdido en el camino de la
vida
Sonoras Trompetas alegran el espíritu que vaga en medio del
jardín esplendoroso; es la espiga de la felicidad que florece perfumando el
rudo transitar del Caminante Errante. De su corazón brota un dulce
murmullo que alegra su espíritu trovador;
aromas de gardenias perfuman su
trajinar incansable; es el susurro de
las olas del mar que bravíamente levantan
un espejismo de luz.
Luz de la Eternidad; condúcelo por el camino de las virtudes;
dadle de beber gotas de agua que brotan del manantial sagrado para que mitigue
la sed de esperanza, y su espíritu sienta el alivio del largo y espinoso camino
que significa el destino.
¡Oh! duro trajinar el flujo de
la mañanera brisa fresca conforte
tu curtido rostro; y el brillo de las
voluptuosas aguas de la felicidad sea el elixir que alivie su atribulado
corazón. Y los destellos resplandecientes del lucero de la mañana iluminen el
largo camino que conduce a la eternidad.-
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