Tumeremo Mitos y Leyendas
Rafael “Chino”
Velázquez.
Tumeremo.-Hoy, Tumeremo, capital del Municipio Autónomo General
“Domingo Antonio Sifontes”,cumple 229 años de haber sido fundadado por el
reverendo Fray Mariano de Perafita. Fue un 26 de enero de 1788, fecha esta
cuando se echan las primeras bases del naciente pueblo de Nuestra Señora de
Belén de Tumeremo. No obstante al veto de Miguel Marmión, gobernador para ese
entonces de la Provincia de Guayana.
Los misioneros catalanes
esgrimieron muchas razones para llevar a cabo la fundación de Tumeremo, ya que
sus propósitos era alargar sus dominios al amplio territorio ubicado al sureste
de la serranía de Nuria; y por otra parte detener el vertiginosos avance de los
holandeses, quienes prácticamente se habían posesionado de la región del
Esequibo.
Miguel Marmión,gobernador de la
Provincia de Guayana ( 1784.1790), se opuso rotundamente a la fundación de
Tumeremo, alegando que era absurdo continuar fundando pueblos, por cuanto
facilitaba el acceso al contrabando, la piratería, y que los únicos favorecidos
serían los indios Caribes,férreos enemigos de los españoles.
A pesar de las contradicciones y
vetos del Gobernador Marmión, Fray Mariano de Perafita, procedió a fundar el
hato Nuestra Señora de Belén de Tumeremo. Al final de tantos inconvenientes, la
Capitanía General de Venezuela, cuyo titular era el Capitán General Juan
Guielms (1786-1792), quien luego de haber estudiado con detenimiento la
solicitud, decidió la conveniencia de autorizar la fundación del pueblo de
Tumeremo.
En ese Tumeremo histórico se
acurrucan en la juntura de los quicios las expresiones vitales del Libertador
del Sur, el General Domingo Antonio Sifontes, que sin lugar a dudas perduran en
el sentimiento de todos los nativos de este terruño, los que aún en cuerpo y
alma sienten el ánimo de aquella faena polico-militar conocida como “El
Incidente del Cuyuní”,acontecimuiento histórico, en que el General Domingo
Antonio Sifontes, el 2 de enero de 1895,hechó de la margen derecha del Cuyuní
al invasor Inglés.
Esa vivencia histórica es
necesario resaltar, la presencia en Tumeremo, del escritor Don Rómulo Gallegos.
Fue en el mes de de septiembre de 1931, y en la emblemática avenida Sifontes,
se reunió con un grupo de pulgueros, ha escuchar la leyenda del “Dios Canaima”.
Lo que simboliza que la maravillosa novela “Canaima”, nació en la Avenida
“Sifontes”. Por cierto que dicha avenida se aferra a los designios inexorables
del tiempo. Sus predios han sido mutilados ante la mirada abyecta de los que no
tienen un mínimo conocimiento de la historia de Tumeremo. Es hora que se
rescate nuestra avenida Sifontes. Existen autenticas razones, para redimir ese
espacio que nos retrae el recuerdo perpetuo que identifican a Tumeremo como
pueblo de aventuras y aventureros. Motivos suficientes para que la Avenida
Sifontes, sea declarada “Patrimonio Histórico”.
No se trata de una preferencia
caprichosa, sino de un sentimiento complejo y hasta doloroso, Tumeremo, reúne
la gesta de la independencia, en los días desesperados al despertar el alma
legendaria, Tumeremo apoyó, con recursos al General en Jefe Manuel Piar, en su
proeza libertaria en la batalla de San Félix.
En esta fecha, cuando el pueblo
cumple 229 años de su fundación, los nativos de Tumeremo, caminan bajo una brisa
recia que de cuando en cuando levantan nubes arenosas que requiebran su
economía lugereña,lo que hace pensar que el municipio Autonomo General Domingo
Antonio Sifontes, aún no logra ese dominio generalizado llamado “Desarrollo
Sustentable”.
Tumeremo, al arribar a un nuevo
aniversario de su fundación, tropieza con un acontecimiento inusitado, al pasar
de un pueblo pastoril, cuando sus habitantes vivían del pastoreo de bovinos,
caballos, ovinos y caprinos, así como de los cultivos agrícolas, enraizando las
familias a una convivencia de marcada amistad. Hasta tiempos recientes, el
pueblo en general llevaba una vida familiar compartida, sin violencia ni
egoísmo. Era un pueblo verdaderamente vivible, atrayendo gente de bien,
fundando distinguidas familias, dejando como testimonio patrimonial, apellidos
distinguidos, algunos de los cuales fundaron núcleos familiares fuera del
pueblo, extendiendo así el abolengo tumeremenses.
Hoy en la
ciudad y en los campos, la idiosincrasia se viene transformando radicalmente.
Se cambian costumbres, culturas y hábitos.
Los campos se están quedando
solos. Las pocas ganaderías y explotaciones agrícolas que subsisten, se
encuentran sin trabajadores. Aunque Los productores vienen mejorando los
incentivos para la mano de obra, no encuentran trabajadores para contratarlos.
La respuesta que se encuentra en
cualquier lugar, dentro y fuera de la ciudad y los campos, es que los
tradicionales obreros agrícolas se han marchado hacia las minas de oro, a
traídos por los altos precios que hoy tiene este metal.-
Tumeremo, es una tierra
prodigiosa llena de encantos con sus consejas a flor de labios, con sus cuentos
de camino, con la fábula del “Muerto de la Carata”, con “Canaima Dios de mal”,
con sus fantasmas, y con esa alegría contagiosa que invita al visitante a
quedarse vivir respirando aire puro de sus montañas, contemplando el bello
panorama de la serranía de Nuria en la inmensa lejanía.-